Mambo Urbano. Luis Scafati.

Diseño de portada Andrés Cascioli.

Bs. As., Ediciones de la Urraca, 1992.



"... el escenariio son las calles de esta metrópolis donde transcurrimos, apurados o lentos, perseguidos por relojes, lamidos por rutinas, impregnados de hábitos, (una zancadilla, un tropezón, una caída) y descubrimos desde otra perspectiva, el espectáculo que sin saber estamos montando. Una parodia semejante a esa que alguna vez vimos, no sin algo parecido a la vergüenza, en el salón de actos de una escuela primaria, con discursos cargados de espuma, niños ejemplares que recitan para solaz de madres y tías, cuando no bailan danzas clásicas con un disco que siempre se raya hasta que el altoparlante nos perfora el cráneo con un sonido estrepitoso.


Nuestro espectáculo empieza cuando nacemos y termina cuando nos vamos al mazo; sin orden alfabético de reparto, acá los actores somos todos: ese que fuma apoyado a una pared, aquellos chicos que risueños se empujan, esa manada que se atropella en la boca del subte, el tachero que espera la luz verde, esos dos viejos que pasan hablando con vehemencia y dejan flotando párrafos que nos revelan una historia que nunca conoceremos. Gestos, miradas, manos por donde se filtran pesadillas y sueños cotidianos... "

Mambo Urbano - Luis Scafati - Ed La Urraca - Tapa Dura

$9.999,99

10% de descuento pagando por transferencia bancaria ó efectivo

Ver formas de pago

Los envios por motomensajeria son unicamente para CABA y conurbano

Calculá el costo de envío

Mambo Urbano. Luis Scafati.

Diseño de portada Andrés Cascioli.

Bs. As., Ediciones de la Urraca, 1992.



"... el escenariio son las calles de esta metrópolis donde transcurrimos, apurados o lentos, perseguidos por relojes, lamidos por rutinas, impregnados de hábitos, (una zancadilla, un tropezón, una caída) y descubrimos desde otra perspectiva, el espectáculo que sin saber estamos montando. Una parodia semejante a esa que alguna vez vimos, no sin algo parecido a la vergüenza, en el salón de actos de una escuela primaria, con discursos cargados de espuma, niños ejemplares que recitan para solaz de madres y tías, cuando no bailan danzas clásicas con un disco que siempre se raya hasta que el altoparlante nos perfora el cráneo con un sonido estrepitoso.


Nuestro espectáculo empieza cuando nacemos y termina cuando nos vamos al mazo; sin orden alfabético de reparto, acá los actores somos todos: ese que fuma apoyado a una pared, aquellos chicos que risueños se empujan, esa manada que se atropella en la boca del subte, el tachero que espera la luz verde, esos dos viejos que pasan hablando con vehemencia y dejan flotando párrafos que nos revelan una historia que nunca conoceremos. Gestos, miradas, manos por donde se filtran pesadillas y sueños cotidianos... "

Mi carrito